Un profundo respeto por las abejas
“La Permapicultura abre, por primera vez en la historia de la apicultura mundial, la posibilidad de lograr mejores cosechas sin ninguna necesidad de aplicar técnica alguna. El secreto es permitir a las abejas volver a ser abejas y demostrar de modo absoluto que las únicas que saben apicultura de verdad son ellas”, sostiene el experto Oscar Perone.
Se trata de una práctica natural, basada en un completo respeto a las abejas, en la que las colmenas se desarrollan en forma automática, ya que sólo se abren para cosecharlas.
Perone explica que forma parte de una variante de la permacultura, impulsada por del australiano Bill Mollison e hija del “No-Hacer” del japonés Masanobu Fukuoka, pues supone una vuelta a lo natural y a la producción óptima de alimentos sin contaminar.
En este marco, el apicultor argentino pondrá a disposición de los interesados el fruto de su trabajo e investigaciones durante un curso en Altafulla, Cataluña, el 21 y 22 de julio y el 8 y 9 de septiembre en El Escorial, Madrid.
Entrevista que Perone mantuvo con Noticias Positivas:
Noticias Positivas: ¿Cómo surge este proyecto?
Oscar Perone: Para mí la Permapicultura es la misión de mi vida, lo que me brinda absoluta felicidad y plenitud, porque soy un agraciado que sabe para qué nació: ayudar en la magna tarea de tratar de salvar a nuestras amadas abejas y al mismo tiempo crear una herramienta que pueda brindar independencia económica a las personas que pongan el empeño necesario en ello.
N+: ¿Nos puedes contar más sobre ese proceso interno que has vivido?
O.P.: En Argentina se probó y ensayó la masacre que nos hicieron a nosotros económicamente, para aprender de modo adecuado a hacer lo que les están haciendo a ustedes en su economía. Yo nunca me quedé sin trabajo como les sucedía a mis compatriotas en ese tiempo, por la sencilla razón de que como empresario quebré tres veces y en la última, cuando estaba absolutamente obnubilado por lo que me sucedía, por la desesperación que tenía por no saber cómo iba a hacer para mantener a mi familia, desperté de mi mismo y me encontré con asombro, encima de una pila de basura en la que estaba juntando envases vacíos de gaseosas, en los que vendía lejía en los mercados que se crearon en mi país llamados del trueque, en que llevábamos lo que teníamos y lo cambiábamos por lo que no teníamos con otros a quienes eso que necesitábamos le sobraba.
Ese fue el momento en que tuve que sacar cuenta de qué era lo que tenía para reinventar mi economía, para volver a ser un padre con capacidad de surtir lo necesario a mi familia con dignidad y abundancia y ese fue el momento de darme cuenta que, ahora que no tenía nada, con lo único que contaba, era con mi profundo conocimiento sobre la apicultura, actividad esta que hice desde que tenía 18 años en 1964. Entonces decidí dedicarme por primera vez profesionalmente a esta actividad y a enseñar lo que mi amado maestro Don Manuel Oksman me había enseñado. Eso fue el inicio de esto que ahora culmina con la creación de la Permapicultura y que, desde hace más de un año, no hago otra cosa que viajar de país en país, llevando el conocimiento de esta técnica que ayuda a tratar de salvar a nuestras amadas abejas de la desaparición en que están en peligro actualmente y a devolver independencia económica a las personas víctimas de este cruel sistema que los ha dejado sin proyecto de vida.
N+: ¿Cómo es el camino de pasar de la apicultura convencional a la permapicultura? ¿Cuánto tiempo se necesita?
O.P.: Hemos aprendido gracias a los permapicultores que están trabajando en Chile y que ya han armado más de 600 colmenas Perone, que no es adecuado realizar esfuerzos para adaptar el material apícola estándar que tenga un apicultor porque este tipo de colmena que algunas personas llaman colmenas peronizadas, en el mejor de los casos, no consiguen resultados tan brillantes como los que se consiguen con estas gigantescas y eficaces colmenas.
Armar colmenas Perone se logra a muy bajo costo, pues se pueden utilizar maderas de rezago o las más económicas, pues además las utilizamos sin cepillar, lo que abarata los costes sensiblemente. Luego, nos limitamos a colocarlas en lugares adecuados eligiendo el mismo con la utilización de la radiestesia, pues las abejas conservan mejor su salud y aumentan su producción. Si, como les sucede en la naturaleza, colocamos la colmena en un cruce telúrico, ideal para que las abejas nos demuestren su verdadero y extraordinario potencial, pues estas colmenas en condiciones adecuadas, tienen el potencial de rendir cuatro veces más que una colmena estándar.
Hemos observado que hay lugares en los que en la misma temporada, unos cuatro meses, las colmenas Perone ya están produciendo miel para su dueño, pero esto depende del momento en que se arme la colmena y el potencial melífero de la zona en que esté colocada.
N+: ¿Nos puedes contar más sobre el hecho de que sea tan sencillo comenzar en la permapicultura, hasta para alguien que no tiene conocimientos previos sobre el tema?
O.P.: Yo no enseño apicultura, la diseño, no hace falta que el permapicultor aprenda apicultura ya que, para lo único en que interactuará con sus colmenas será para cosecharlas y para ninguna otra cosa, con lo que se abaratan mucho los costos de implementación teniendo en cuenta que en apicultura convencional. Por ejemplo, los gastos de movilidad representan no menos del 46 % de los gastos de la empresa, gastos estos que en Permapicultura desaparecen, sin tener en cuenta los gastos que se hacen en apicultura estándar en fármacos y alimentación artificial, que en Permapicultura no se realizan en lo absoluto.
N+: ¿Qué evaluación haces de la apicultura en España? ¿Qué opinas sobre la apicultura ecológica y la biodinámica?
O.P.: No puedo opinar sobre la apicultura en España pues llegué esta mañana (4 de julio) a este hermoso país pero tengo entendido que en España aun quedan lugares en que se pueda desarrollar una apicultura en que los productos no estén contaminados por el medio ambiente, y como nosotros no intervenimos en la colmena para nada, si conseguimos lugares como esos, el éxito está asegurado.
El permapicultor no necesita vivir cerca de donde tenga sus colmenas, por la sencilla razón de que no las abre para nada, tal como sucede conmigo, que tengo colmenas aquí en España, México, Chile, Uruguay, Argentina, y Colombia y puedo hacer esto que no tiene precedente en la historia de la apicultura, pues solo tendré que ir a ver mis colmenas, cuando tengan cosecha para mí.
DATOS DE CONTACTO:
http://www.permapicultura.com/